
¡Ya basta! ¡Por qué tengo que esperar hasta el puto 14 de febrero para decirle a mi chica que la quiero o para sorprenderla con un regalo! ¡Por qué acompañar a los mensos que festejan el San Valentín con una religiosidad que, de tan verídica, acaba siendo huachafa!
¿Acaso no es castigo eso de salir a la calle y martirizarte haciendo colas y apretujándote con la gente, como si estuvieses en una procesión? Uno tendría que salir a celebrar tranquilamente el Día de San Valentín y al final termina haciendo un pogo con otras parejas para entrar a diversos lugares.
Pr otro lado, eso de que también es el Día de la Amistad es un cuentazo de lo más pavo. Nadie en su sano juicio invitaría a sus amigos a su casa un 14 de febrero para hacer un brindis en nombre de la amistad. Esa se la debe haber inventado algún marketero, buscando que el San Valentín no sea, lo que ha terminado siendo: la altisonante fiesta de unos pocos, de una minoría y todos consuman.
[Este es un buen video que encontré por YouTube, espero les guste]